Dimensión conceptual
Teresa Pigrau. Neus Sanmartí
Tradicionalmente los currículos de ciencias se organizan desde una visión atomística, en la que se estudian muchos conceptos aislados y no se puede percibir la relación entre ellos. En cambio, si organizamos el currículo de ciencias a partir de unos pocos grandes modelos teóricos posibilitamos que el alumnado comprenda unos fenómenos desde su complejidad integrando experiencias, conceptos diversos, analogías, valores …

Un modelo teórico es una representación mental abstracta expresada mediante enunciados verbales, maquetas a escala física, dibujos, fórmulas matemáticas, analogías o de otros modos comunicativos.
Por ejemplo, el modelo mecánico newtoniano nos explica tanto por qué no caen los planetas como por qué cae una manzana, y posibilita hacer predicciones sobre estos fenómenos y muchos otros.
La conexión con los hechos del mundo real es más o menos ajustada. Cada representación proporciona una perspectiva de estos hechos y, por tanto, en cualquier caso siempre es parcial y algo imprecisa. Sin embargo, a veces, las personas pueden consensuar cuáles son los modelos que mejor se ajustan a los hechos, cuando se miran y se explican desde una determinada perspectiva.
Estos modelos permiten explicar un conjunto de fenómenos diversos, hacer predicciones y se pueden revisar a medida que se obtienen más evidencias o se analizan las ya conocidas desde otros puntos de vista.