Tomar decisiones sobre qué hacer para superar las dificultades y, al final del proceso, para cualificar

Se pueden tener muchos datos, e incluso haberlos analizado, pero si no se toman buenas decisiones para aprender, no servirán de nada las horas dedicadas. Las decisiones que sirven para aprender son las que toman los propios aprendices en interacción con compañeros y con personas adultas, porque sólo ellos mismos pueden corregirse para superar las dificultades. Y las decisiones que sirven para cualificar tienen sentido si posibilitan comprobar lo aprendido.

Para hacerlo hay que tener presente que:

  • Para aprender, no se regulan los resultados de una tarea, sino algunas ideas o procedimientos que se han activado al realizarla, las acciones aplicadas, o incluso los sentimientos que nos han generado su realización.
  • Las propuestas deben concretar qué cambiar del pensamiento, de la acción, de las maneras de expresarse o de las emociones, cómo cambiarlo y porqué esta decisión puede ser idónea. Las decisiones las debe tomar el propio alumno (con la ayuda de adultos y de compañeros), ya que es el único que puede corregirse.
  • Los errores, obstáculos o dificultades se regularán uno a uno. Cuando hay muchos no se puede pensar en superar todos a la vez. Por lo tanto, hay que priorizar, empezando por las dificultades más básicas.
Carpeta de aprendizaje del proyecto: ¿qué he aprendido?

La carpeta de aprendizajes o portafolios es el instrumento más idóneo para explicitar la toma de decisiones (y, de  hecho, todo el proceso de evaluación, ya que también debería recoger los datos y su análisis). Pero también hay otros: contratos didácticos y propuestas explicitadas en actividades de coevaluación, entre otros.

Recoger datos con instrumentos

Los datos para evaluar también se obtienen con instrumentos, que pueden ser muy diversos. Este tipo de datos posibilitan retornar a ellos cuando sea necesario. Es importante que estos instrumentos de recogida de datos sean muy variados y útiles para identificar el pensamiento, modos de hacer y comunicar, actitudes y sentimientos de cada aprendiz, y que tengan en cuenta la diversidad en las maneras de expresarse del alumnado. Tenemos al alcance muchos instrumentos que pueden ser utilizados tanto por los docentes como por los alumnos.

Algunos ejemplos de instrumentos de recogida de datos para la evaluación són:

El vídeo
La observación sistemática del docente o entre iguales
La fotografía
Los esquemas, mapas conceptuales y mentales
Las maquetas y murales
Los escritos y las respuestas a preguntas

Las representaciones simbólicas y dibujos
Las entrevistas
Los diarios de clase y carpetas de aprendizaje

Y también se pueden recoger datos incluso más allá del aula y de la escuela (en actividades extraescolares, de esparcimiento, familiares…). 

¿Qué implica evaluar? ¿Cuál es el proceso?

¿Qué implica evaluar? ¿Cuál es el proceso?

El proceso de evaluar incluye tres etapas:

1

RECOGER DATOS

Para evaluar se necesitan datos que después se tendrán que analizar, y finalmente tomar decisiones (para regular o para calificar).


2

ANALIZAR LOS DATOS Y EMITIR UN JUICIO

Si los docentes no entendemos las causas de las dificultades de cada alumno (o de un grupo de trabajo o de un grupo-clase) será imposible poder ayudarles a regularlas, y si el propio chico o chica, grupo de trabajo o clase no las entienden no podrán superarlas, es decir, aprender.


3

SUPERAR LAS DIFICULTADES Y CUALIFICAR

Las decisiones que sirven para aprender, son las que toman los propios aprendices en interacción con compañeros y con personas adultas, porque sólo ellos mismos pueden corregirse para superar las dificultades y poder dar el próximo paso. Las decisiones que sirven para cualificar tienen sentido solamente si posibilitan comprobar que se ha aprendido.


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