Carpetas de aprendizaje

Carpetas de aprendizaje

La carpeta de aprendizaje (portafolios o dosier de aprendizaje) es un instrumento muy coherente con una visión formadora de la evaluación, ya que facilita al alumnado evidenciar lo qué ha aprendido y cómo. El objetivo principal es promover que los chicos y chicas sean reflexivos y críticos.

¿Cómo?

Cada estudiante recoge: los objetivos y preguntas (los compartidos con toda la clase y los propios), todo lo que le debe permitir anticipar y planificar cómo llevar a cabo las tareas que se derivan, y los criterios que posibilitan su evaluación; también evidencias razonadas de su aprendizaje, la explicitación de sus dificultades y las propuestas para superarlas. Todo a partir de una reflexión de tipo metacognitivo (cómo estoy aprendiendo, qué pienso, con qué lo relaciono, cómo puedo mejorar …).

Traducción: Reflexión personal (por escrito o con imágenes). 1. ¿Qué me ha costado? ¿Qué quiero dejar atrás? 2. ¿Quién o qué me ha ayudado a superar las dificultades? 3. ¿De qué me siento orgulloso? ¿Qué se hacer bien y quiero conservar como un tesoro?

Es por tanto un instrumento que favorece la reflexión y la toma de decisiones de los aprendices y, al mismo tiempo, es una recopilación que facilita la recuperación en la memoria de aprendizajes anteriores, ya que constituye una «biografía» del trabajo realizado que puede consultar siempre que sea necesario. Se sabe que es más fácil hacerlo cuando el resumen y la reflexión son personales.

La diferencia importante respecto a los tradicionales álbumes o dosiers es que estos recogen todo lo que el alumnado ha hecho, mientras que la carpeta de aprendizaje sólo incluye evidencias de lo que está aprendiendo, las metareflexiones y todo lo que le puede ser útil para recuperar la memoria.

¿Cuándo?

Para que la carpeta de aprendizaje posibilite que su uso sea significativo, es necesario que se dedique en el aula un espacio y un tiempo para ir realizándola y para reflexionar metacognitivamente. Muchas veces se cree que éste es un tiempo del que no se dispone o bien que, si se invierte en la carpeta, no permite dedicarse al aprendizaje de otros contenidos. Sin embargo, esta es la única manera de asegurar que los aprendizajes queden bien interiorizados y se recuerden. Por lo tanto, se percibirá como un tiempo muy bien utilizado.


Ejemplos de preguntas para ayudar a su elaboración. Se pueden concultar en: Xarxa de competències bàsiques (en catalán)

La estructura

La estructura de la carpeta de aprendizaje puede ser muy variada ya que se puede adecuar al contenido del tema objeto de estudio y a las características y las capacidades del alumnado. Además, hacerlo siempre igual, termina por transformarse en una rutina y pierde su sentido.

Aún así, hay grandes apartados que hay que tener presentes:

  • El espacio personal en el que cada alumno se presenta y sitúa los datos, fotografías y otros elementos que considera que lo caracterizan.
  • El espacio de aprendizaje que recoge objetivos o preguntas, producciones iniciales, Bases de Orientación, mapas conceptuales o mentales o de otros organizadores gráficos de la acción y el pensamiento, cuadrícula de evaluación y rúbricas, producciones finales… todas con reflexiones personales.
  • El espacio de aportaciones personales que incluye preguntas diferentes y sus respuestas, pequeñas investigaciones complementarias… que el alumno considera que son relevantes para mostrar aprendizajes, y que pueden ser diferentes de los que proponen otros compañeros de clase.

Para ampliar podéis consultar el siguiente vídeo de Fanny Majó Masferrer


Formato

El formato puede ser en papel (una libreta, carpeta de anillas …) o digital (un bloque o aplicaciones específicas).

Y puede ser individual, de pequeño grupo o de grupo clase, y por temas o asignaturas, trimestral, para todo un curso o toda una etapa.

Evaluación

También se puede evaluar la misma carpeta de aprendizaje.

Diarios de clase, de aula y carpetas de aprendizaje

Diarios de clase, de aula y carpetas de aprendizaje

Aprender es un proceso que se va llevando a cabo día a día, con idas y venidas, estableciendo conexiones entre hechos e ideas diversas, y tomando conciencia de los pasos que se van dando. Hay que ir recordando y reflexionando sobre el itinerario que se va siguiendo para lograr un objetivo a partir de documentación que puede ser diversa (fotografías, escritos, dibujos, preguntas, dudas, maquetas…). Analizando esta documentación se pueden identificar aciertos, dificultades, planificar cómo superar los obstáculos que van surgiendo y ser consciente del proceso que se va siguiendo.

Aprender es un proceso que se va llevando a cabo día a día, con idas y venidas, estableciendo conexiones entre hechos e ideas diversas, y tomando conciencia de los pasos que se van dando. Hay que ir recordando y reflexionando sobre el itinerario que se va siguiendo para lograr un objetivo a partir de documentación que puede ser diversa (fotografías, escritos, dibujos, preguntas, dudas, maquetas…). Analizando esta documentación se pueden identificar aciertos, dificultades, planificar cómo superar los obstáculos que van surgiendo y ser consciente del proceso que se va siguiendo.

El aprendizaje es personal y, por tanto, cada niño o joven debe saber encontrar cuáles son las estrategias más válidas para él y para su equipo. No hay un solo camino para aprender y los docentes debemos ser cuidadosos en no imponer uno igual para todos.

En diferentes profesiones es habitual utilizar estos tipos de documentos para ir anotando las ideas, datos, reflexiones, dudas …, que se van generando mientras se está llevando a cabo una tarea determinada. Así se habla de Diarios de laboratorio, de campo, cuadernos de notas, bloques …. Estos documentos también tienen una dimensión biográfica, dado que todo lo que se recoge en ellos aporta datos y pensamientos secuenciados a lo largo de un tiempo, que escapan a menudo a un control consciente.

En el contexto escolar, son instrumentos que permiten a los aprendices recoger no sólo lo que van haciendo, sino muy especialmente sus reflexiones «metacognitivas». Así, expresan qué creen que han aprendido y también sus dificultades.

Al profesorado le posibilita disponer de muchas informaciones de cada alumno y en cada momento de su proceso de aprendizaje, conocer cómo se representa el objetivo del trabajo realizado o cuáles son los obstáculos que cree que debe superar, permitiendo así gestionar mejor cómo hacer una orientación personalizada. Muchas veces será más importante regular estas percepciones que los resultados de la actividad.

Como dice Rafael Porlán:

El pensamiento no escrito es moldeable y difuso: hoy puedo pensar una cosa y mañana la contraria sin saber con claridad las razones de dicho cambio; en unos contextos puedo pensar de una manera y en otros de otra, sin ni siquiera tomar conciencia de las posibles contradicciones; etc. Escribir, por el contrario, es un ejercicio que exige mayor precisión y nos obliga a concretar y aclarar nuestras ideas, pues tratamos de que lo escrito refleje fielmente lo que pensamos y sentimos. Al mismo tiempo, la escritura, al ser un hecho material y por tanto objetivo, nos permite volver una y otra vez sobre el texto, ajustándolo al pensamiento. El texto, por tanto, influye en el pensamiento o, pues lo activa y lo hace más productivo, provocando nuevas interacciones entre ideas, así como momentos de toma de conciencia de aspectos más ocultos de nuestra mente. Por decirlo así, el pensamiento se vuelve más preciso al convertirse en texto y el texto activa nuevos procesos de pensamiento .

Rafael Porlán, El diario de clase y el análisis de la práctica (En el enlace podéis encontrar el artículo completo)


Para saber más: