Como se ha dicho anteriormente, el conocimiento científico se genera tanto en el laboratorio y en el trabajo de campo, a partir de la búsqueda de evidencias, como en los congresos, en los debates y en la elaboración de artículos. Para comunicar las ideas, éstas se deben organizar, jerarquizar, relacionar y expresar de manera que otros las puedan entender y discutir. Igualmente, la construcción del conocimiento científico escolar requiere que los que aprenden hagan un proceso similar y, por tanto, la comunicación es una etapa imprescindible en el aprendizaje de las ciencias.
La comunicación exige plantearse cómo responder a preguntas del tipo:
- ¿Qué quiero decir a los demás?
- ¿Como se lo diré
- ¿Qué es importante incluir: datos, argumentos, imágenes?
- ¿Qué apoyos materiales necesito para decirlo?
Para comunicar ideas de la ciencia el alumnado debe diferenciar entre el lenguaje cotidiano y el que utiliza la ciencia para explicar los hechos y los fenómenos del mundo. Necesita aprender a traducir un tipo de lenguaje a otro y a dar significado al vocabulario científico. Además deberá saber combinar diferentes lenguajes: simbólico, gráfico, oral y escrito. Por ejemplo, se utilizan flechas para representar las relaciones entre los organismos en una cadena trófica, vectores para representar la fuerza, una espiral helicoidal para el ADN, un esquema para describir un montaje experimental, mesas para recoger datos, etc. Aprender a hablar ciencia es, de hecho, aprender a hablar un nuevo lenguaje.
Por otra parte, es importante explicitar qué tipo de texto se pide al alumnado. A menudo los maestros utilizamos la demanda «explicar» en varios sentidos y, de hecho, cada uno exige la elaboración de un tipo de texto diferente. Por ejemplo:
Pedimos explicaciones
Esto implica
Queremos un...
Algunos ejemplos
¿Cómo lo hemos hecho?
Que el alumnado lo describa
Texto descriptivo
¿Qué ha pasado?
Relacionar hechos entre ellos y los cambios que se observan
Texto explicativo
Para crecer, las plantas necesitan agua, dióxido de carbono, abonos, luz, oxígeno y clorofila.
¿Por qué ha pasado?
Relacionar hechos y teoría
Texto justificativo
Es el que caracteriza más propiamente una «explicación científica»
¿Por qué hemos cambiado nuestras ideas o por qué una hipótesis es mejor que otra?
Convencer a los compañeros de que una opción o punto de vista es más idóneo
Texto argumentativo
Ejemplo de criterios pactados para comunicar oralmente una experimentación
Recursos para comunicar ideas
Finalmente, no debemos olvidar que también se han de comunicar y compartir las emociones y los sentimientos que ha despertado el proceso de indagación, dado que en la realización de una actividad no sólo son importantes las ideas y los procedimientos sino también todo lo que forma parte del campo afectivo. La memoria es selectiva y las personas solemos recordar las acciones realizadas que nos han despertado sentimientos fuertes. Por tanto, deberá ayudar a los jóvenes a expresar sus emociones, para tomar conciencia y compartirlas con otros, y es un reto para los maestros conseguir que las experimentadas sean positivas hacia la actividad científica.


Como ejemplo podemos comprobar cómo Isaac Newton comunicaba sus descubrimientos de óptica:
“(…) Al principio del año 1666 (…) me procuré un prisma triangular de cristal, para emprender con él los celebrados fenómenos de colores. Y para ello, una vez ensombrecido mi aposento y hecho un pequeño agujero en la ventana para dejar pasar una cantidad conveniente de luz solar, coloqué mi prisma a la pared de entrada de la luz para que pudiera ser refractada hacia la pared opuesta. Constituyó al principio un entretenimiento muy agradable ver los vivos colores que allí se producían; pero al cabo de un rato me apliqué a considerarlos con más circunspección. Quedé sorprendido al verlos de una forma alargada (…)
Citado por P. Feyerabend, (1975). Contra el Método. Barcelona: Ed. Ariel